B.F Skinner en su teoría sobre el comportamiento humano en relación a los estímulos externos, habló del refuerzo.
El refuerzo es la palabra que usa Skinner para describir el impacto positivo o negativo que tienen sobre nosotros las distintas conductas que emitimos. A base de reforzadores formamos ciertos patrones de conducta.
Entre todos ellos, el llamado refuerzo intermitente es el más poderoso así como el más peligroso.
El término refuerzo intermitente se refiere al mantenimiento del comportamiento reforzado solo de vez en cuando, y no cada vez que emitimos la conducta. Pero esto no termina aquí, la guinda del pastel se la lleva el refuerzo intermitente de intervalo variable. Esto consiste en que la recompensa se obtiene después de emitir la conducta durante un tiempo determinado, pero este espacio cambia de manera impredecible, es decir, es variable.
Esto lo sabía Skinner y también lo saben los creadores de las Apps, que desarrollan algoritmos que emiten estos reforzadores de intervalo variable.
Las redes sociales que usamos registran aquellas publicaciones, videos, búsquedas,… que nos gustan más. De esta manera, nos enseñan cada cierto tiempo aquello que nos interesa, por que sabemos que en algún momento encontraremos algo que nos guste.
¿ Y qué pasa aquí dentro?. Pues pasa que se activan los circuitos cerebrales del núcleo accumbes.
El núcleo accumbes es una estructura cerebral que forma parte de nuestro centro de placer y recompensa. Esto se debe a su vínculo con la vía dopaminérgica, es decir, con la dopamina: el neurotransmisor relacionado con el placer, la felicidad y también con la adicción.
Desengancharse del móvil es difícil, como dejar cualquier otra adicción o conducta reforzada, pero no es imposible.
Una estrategia para «desengancharnos» del móvil puede ser realizar actividades lúdicas que no se basen en reforzamientos intermitentes, como por ejemplo: escuchar música, pasear, leer un libro… Desde luego, lo más efectivo es tomar el control absoluto y desinstalar aquellas redes sociales a las que sintamos que estamos más «enganchados/as». Primero durante horas, y poco a poco limitando cada vez más el uso de las mismas.
No solo nos enganchamos al teléfono móvil mediante refuerzo intermitente, entre otras cosas, lo hacemos con relaciones no del todo saludables. Tenemos una pareja que durante unos días nos trata de maravilla, nos hace creer que somos su centro del universo, y de pronto desaparece, o se vuelve distante, y así durante una temporada, una de cal y otra de arena.
El refuerzo intermitente de razón variable está servido… ¿Qué te mantiene ahí?, ¿el amor o una adicción?
Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3818538/
http://thebrain.mcgill.ca/flash/i/i_03/i_03_cr/i_03_cr_par/i_03_cr_par.html
https://sciencebeta.com/nucleus-accumbens/