Para un gran número de madres y padres, afrontar conversaciones relativas a la educación sexual con los hijos les resulta una situación incómoda, no saben como abordar el tema, incluso algunas personas piensan que hablar de conductas afectivo-sexuales es un aliento hacia la promiscuidad del infante.
La educación sexual es un derecho, así lo recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS): «La educación afectivo-sexual es un derecho de niños, niñas y adolescentes junto a otros derechos, como libertad sexual, privacidad, equidad, convivencia en igualdad y sin discriminaciones. Todo niño tiene derecho a respuestas sinceras y a la educación. Todo niño/a tiene derecho a una educación sexual de calidad.
¿Por que nos cuesta hablar de estos temas? ¿Por que nos da vergüenza?
No podemos olvidar que este País estuvo preso de una dictadura que privó a las personas de muchas de las libertades que hoy tenemos, desde luego la libertad sexual era algo impensable. Nunca es mal momento para recordar la persecución a la que se veían sometidos los homosexuales, por ejemplo. Además durante estos años y los anteriores la religión Católico-Cristiana estaba presente en las vidas de las familias. Fueran o no creyentes, la impartición de la asignatura de religión era obligatoria en los colegios. Esta educación no es como la conocemos ahora. Eran tiempos en los que la religión adoctrinaba en la idea de que el sexo era algo sucio, perverso, inmoral y pecaminoso.
Esto quiere decir que generaciones enteras fueron educadas de espaldas al sexo. Tanto es así, que con los años hemos amoldado una serie de palabras para referirnos a los órganos sexuales de hombres y mujeres para evitar decir Pene y Vagina. En comentarios podéis dejar las que conozcáis, seguro que nos sacamos una sonrisa.
Los niños y niñas desde que nacen están en constante aprendizaje, solemos decir que son «esponjas» que se nutren de todo lo que les rodea. Pronto cuanto adquieren el lenguaje llega la temida etapa de los por qués… Entre estos «por qués» es fácil que haya alguno de índole sexual.
Vaya… Nunca es buen momento para atender a esas preguntas; o son muy pequeños, o no tenemos tiempo, o eso no se pregunta, o eso a tu madre niño, no seas cochino, etc, etc, etc.
Pensar que con la negativa se les va a quitar la curiosidad es un error, nada despierta mas interés que los tabúes y los secretismos. Si no encuentran respuestas en los padres y madres las van a buscar en otras fuentes, casi siempre menos fiables: los hermanos mayores, los amigos, o como mal mayor; internet.
Comunicarnos con nuestros hijos e hijas y charlar sobre estos u otros temas es sinónimo de confianza, estamos creando vínculos y espacios seguros a los que saben que pueden regresar cuando tengan una duda o un problema.
Hablar de educación sexual no es solo hablar de masturbación, sexo oral y penetración. La educación sexual, es educar en respeto, en tolerancia, en autoestima, en amor. Es prevenir y protegerles ante abusos, enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados. Es educar en libertad a la hora de elegir su orientación y su identidad sexual.
Algunos consejos:
- No evites la conversación.
- No uses demasiadas metáforas.
- No actuar como si fuésemos expertos en el tema si no lo somos.
- No te rías.
- No hables de sexo como algo malo o sucio.
- No juzgues ni castigues.
Es importante adecuar nuestras explicaciones a la etapa del desarrollo en la que se encuentre el niño o la niña. Existe una amplia bibliografía y material audio-visual adaptada a todas las edades en la que te puedes apoyar.
Y si finalmente no encuentras los recursos suficientes, no sabes como hacerlo, no lo dejes pasar: pide ayuda a un profesional, para eso estamos.