«Hacer un diario emocional es escribir sobre los pensamientos que se te pasan por la cabeza, sin enjuiciarlos. Esta práctica es una de las mejores maneras de procesar tus emociones y sentimientos, por eso recomiendo que se convierta en un hábito diario.
Cuando te enredas en tus pensamientos, la historia que creas en tu cabeza es cada vez más compleja, más turbia, más grande, más dolorosa. Tu mente divaga y la historia se extiende, pero el problema es que te apegas a esas historias, y lo peor es que te identificas con las emociones que generan, como el miedo, la preocupación el caos.
Normalmente, es mucho mas terrible en tu cabeza que en la realidad, porque la mayoría de las veces las situaciones no ocurren como te las imaginas. Preocuparse no cambia el desenlace, así que es totalmente prescindible, sin embargo, escribir sobre ello te ayuda a bajar a la tierra, a convertir esa maraña mental que te quita la energía en algo explicito, para lo cual le puedes atribuir palabras y traerlo al plano físico, a la organización en tu cabeza: es el proceso en sí el que sana y te da claridad mental y calma emocional.
Una vez has puesto fuera de ti lo que te perturba, te causaba fricción o incomodidad, tu mente tiende a relajarse, como si ya no intentaras retener la información, lo que facilita el proceso de dejar ir.
También puedes escribir sobre tus pensamientos para crear un gap de conciencia y establecer distancia cognitiva en la historia narrativa que te cuentas en tu cabeza, de modo que no te identifiques con tus pensamientos y no reacciones desde tus detonantes emocionales: ayuda a crear distancia con tu reacción emocional más instintiva para que puedas dar una respuesta emocional mas adaptativa. De esta forma, te podrás dar cuenta de tu estado de ánimo y puedes rastrear el motivo de tus sensaciones y obtener una perspectiva más clara para procesar la situación de turbulencia emocional por la que estás atravesando. Incluso puedes volver a releer tus apuntes una vez ha que ha pasado la tormenta emocional , es posible que puedas tener descubrimientos o te pueden hacer ver puntos de vista de los que no te percataste cuando estabas bajo la influencia de esa bruma emocional.
Un experimento del neuropsicólogo Matthew Lieberman en la universidad de UCLA mostró, mediante un escaneo cerebral de un grupo de voluntarios, cómo la actividad de sus amígdalas se reducía después de escribir sobre sus sentimientos. La amígdala es responsable de controlar la intensidad de tus emociones y la estructura cerebral que da alarma a la activación del sistema nervioso simpático y provoca la respuesta de estrés del organismo. Así pues, llevar un diario emocional demuestra que se pueden reducir los niveles de ansiedad y estrés».
Bibliografía: «Cómo vaciar tu mochila emocional»